Niño Jesús de marmolina grande
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Figura Niño Jesús de marmolina grande | Decoración navideña y devocional
- Figura infantil del Niño Jesús elaborada en marmolina policromada.
- Acabados en tonos suaves y detalles dorados en las potencias.
- Disponible en dos tamaños: 18 cm y 22 cm de altura (incluyendo las potencias).
- Medidas sin los rayos: 15 cm y 18 cm de largo.
- El rostro presenta expresión serena y cabello castaño.
- La figura tiene los brazos abiertos, símbolo de acogida y bendición.
- Decorado con potencia de tres rayos dorados, signo de la divinidad del Niño Dios.
- Ideal para colocar en el pesebre o en altares domésticos durante la Navidad.
- Inspirada en la tradición artística del nacimiento y los talleres religiosos españoles.
- Puede completarse con una cuna de madera para Niño Jesús.
¿Qué es una figura niño jesus?
La figura niño jesus representa al Hijo de Dios en su infancia, un símbolo central de la fe cristiana. Esta imagen de marmolina combina belleza y devoción, siendo utilizada tanto en belenes como en altares domésticos durante la Navidad para expresar amor, humildad y adoración a El Salvador.
El Niño Jesús es figura esencial del pesebre o belén, representación del misterio de la Encarnación.
Según el Directorio sobre la piedad popular y la liturgia n. 104, la preparación del nacimiento en los hogares ayuda a las familias a contemplar el amor de Dios hecho niño y a mantener viva la memoria de la Navidad.
La presencia del Niño Dios en el hogar invita a la oración y a la alegría, recordando las palabras del profeta Isaías: “un niño nos ha nacido, un hijo se nos ha dado” (Is 9,5), signo de esperanza y paz mesiánica. El gesto de colocar su imagen en el nacimiento es expresión de fe y gratitud.
Material y acabado de la figura
Realizada en marmolina, material resistente y de textura fina que permite definir los rasgos del rostro y las vestiduras.
La policromía de tonos naturales reproduce con fidelidad la imagen clásica del Niño Jesús recostado.
Las potencias doradas simbolizan la gloria divina que emana de su persona.
Cada pieza pasa por un proceso de acabado manual para realzar los detalles del rostro, las manos y los pliegues de la túnica, logrando una estética equilibrada entre arte y devoción.
Las tres potencias doradas que coronan la cabeza del Niño Jesús representan la Trinidad: Padre, Hijo y Espíritu Santo. Este motivo artístico, presente en la imaginería cristiana desde el siglo XVII, subraya su naturaleza divina y gloriosa incluso en la humildad del pesebre.
El dorado de los rayos evoca la luz de Dios que ilumina el mundo y la santidad del Niño. Así, la figura niño jesus se convierte en una catequesis visual sobre la fe y el misterio de la Navidad.
Uso y colocación de la imagen en el belén
La figura Niño Dios puede situarse en el centro del nacimiento o belén, acompañada por la Virgen María y San José. Se acostumbra a colocarla el 24 de diciembre, antes de la Misa del Gallo, momento en el que los fieles besan la imagen como signo de adoración.
También puede permanecer expuesta en un pequeño altar doméstico durante el tiempo de Navidad, recordando el misterio de la Encarnación y la alegría del nacimiento del Salvador.
 
			 
		 
		 
				 
			
						        								 
				 
				